¿Qué sentimos cuando conocemos a alguien por primera vez?

¿Qué sentimos cuando conocemos a alguien por primera vez? Los japoneses tienen una expresión atrapada en su propia lengua:  koi no yokan. Y este concepto hace referencia a esa sensación que uno tiene cuando conoce a alguien y presiente de alguna manera que posiblemente se enamorará de él o ella. ¿Premonición? ¿Disposición? ¿O intuición? No sé qué es en realidad, pero sí sé que esta expresión engloba perfectamente bien lo que una marca debe evocar con cada acción, elemento visual y mensaje: identidad. 

La identidad de quién nos ve y queremos que nos vea es fundamental para crear, desarrollar y alimentar nuestra propia identidad. 

En el mundo del branding el amor es bidireccional. Nos enamoramos de quiénes nos inspiran a ser y hacer, y ellos se enamoran de quienes crean por y para cumplir sus deseos. Pero antes de todo eso debemos conocernos ¿cierto? Tener una idea de cómo suena su risa, cuáles son sus inquietudes, cómo es su forma de escribir o incluso descubrir qué palabras salen de sus labios en conversaciones importantes.

Conocer las cosas que solo un corazón sabe, pero una mente audaz comprende. 

Concluyamos entonces, ¿por qué hablamos del koi no yokan cuando queremos analizar a la audiencia? La respuesta radica en ese sentimiento que nos acompaña cuando tomamos conciencia de la existencia y presencia de esa persona a nuestro alrededor, cuando nos buscamos, nos gustamos y nos comprometemos en una relación en donde entregamos valor a cambio de su amor.