La influencia invisible del diseño

En nuestra vida cotidiana estamos sometidos a una fuerza en nuestro entorno que constantemente estamos percibiendo de manera no consciente: el diseño.

Muchas de las disciplinas del diseño son lo que construyen esa percepción que tenemos hacia los espacios y los objetos, y todo con el objetivo por construir experiencias. No importa el lugar en el que estemos, ya sea un restaurante, un parque, una oficina o simplemente caminando por las calles, aquellos elementos que nos rodean nos dan cierta sensación sobre nuestro entorno, y ya seremos nosotros jueces sobre cómo interpretamos esos estímulos.

La mayoría de las veces no es casualidad que nos sintamos de alguna forma en algún lugar en específico. Es un conjunto de esfuerzos de múltiples disciplinas del diseño (interiores, gráfico, industrial, etc.) las que están influyendo en nuestro juicio de las cosas y los espacios las cuales se traducen en sensaciones imperceptibles que pueden incluso afectar nuestro comportamiento.

Y no solo se limita a espacios, también a objetos de consumo.

El simple hecho de cómo luzca un objeto influye en nuestra percepción de la calidad y el valor de dicho objeto, lo cual muchas veces es un factor fundamental en nuestro factor de compra.

Entonces, ¿Cuán conscientes somos de cómo estos factores alteran nuestro comportamiento o nuestras decisiones?, y si fuéramos consientes, ¿cambiaría por completo el valor y la percepción que se tiene sobre el diseño?

¿Eso llevaría a elevar los estándares de las personas sobre toda disciplina del diseño y haría que la industria se viera obligada a dar brinco en cuanto a su calidad, propuesta y creatividad?

Si bien sería un objetivo ideal, no es algo a lo que se pueda alcanzar de manera inmediata. Haciendo falta mucha madurez tanto a las personas como receptores, y a nosotros como creadores de ideas.

Ya que como hemos visto se requiere comprensión de la mente humana, de patrones de comportamiento y percepción entre muchas otras disciplinas que ninguna rama del diseño está exenta de estudiar y comprender. Y este es un punto que muchas veces perdemos de vista al momento de crear una pieza de diseño.

Debemos comprender que la constante observación y el estudio del comportamiento ayuda a identificar las necesidades de las personas y eso se traduce en diseño funcional y no solo decorativo.

Dicho esto, como profesional hay que entender el diseño como una actividad multidisciplinaria que requiere no solo conocer los elementos gráficos y visuales, si no muchos otros factores a considerar para crear el impacto que se busca sobre el público final. Y como consumidor que el diseño tiene más impacto en nuestras vidas de lo que creemos.