¿Somos las marcas que compramos o las marcas que compramos son como nosotros?
Algunas veces me he preguntado lo que son las marcas en realidad, he intentado comprender a lo largo de estos años, cuál es el principal motivo de su existencia y la verdadera necesidad de su presencia en nuestra vida.
Me gusta observar, tomarme el tiempo para analizar con detalle cómo cada marca se convierte en una herramienta indispensable de nuestras actividades, fiel confidente de nuestras necesidades y la mejor acompañante en nuestro camino de vida. Cada una de ellas se ha fusionado con nuestros sueños, metas e ideales, son impulso y son inspiración.
Happy me ha permitido ser parte de todo el proceso, desde la concepción hasta la madurez, y puedo decir con seguridad que la mayoría de nosotros no tenemos idea de cómo las marcas nacen y evolucionan, de cómo son en realidad entidades vivas que se fusionan con nosotros, entendiéndonos y mejorando nuestra percepción del mundo y del ahora.
A lo largo de estos años, he podido ver los ojos de las nuevas ideas, el rostro de la creatividad y la mente ansiosa llena de sueños y expectativas al compartir con nosotros oportunidades valiosas que a raíz de la experiencia han logrado madurar.
Cada día llegan a nuestras manos proyectos nuevos que buscan ser moldeados, paso a paso planteamos cuidadosamente la base que sostendrá toda su existencia.
Así como las personas, las marcas tienen una personalidad, una identidad y una voz singular. Y nosotros nos encargamos de encontrarla, aquí cada herramienta es igual de importante, cada acción es fundamental y cada palabra es necesaria. Escuchar las historias que algunas personas tienen para el mundo, se ha convertido en una de mis actividades favoritas, cada día con más fuerza admiro a todas las personas valientes que luchan por convertir sus sueños en realidad, en marcas fuertes, admirables y funcionales.
Como mencionaba más arriba, las marcas son personas, son la combinación de quiénes le dieron vida y por quiénes viven. Y muchas veces creemos que somos nosotros quiénes se inspiran en ellas para crear y ser, pero la mayoría de las veces somos nosotros quiénes las inspiran, nos convertimos en sus musas, llenamos sus lienzos de nuevos colores e inspiramos sus mentes.
Ellas encuentran en nosotros fuente de nuevas ideas, necesidades ignoradas por muchos y oportunidades que esperan ser tomadas.
Cada etapa del proceso dentro de su desarrollo necesita de una gran cantidad de tiempo y paciencia, eso es algo que he aprendido, si fuerzas las ideas jamás lograrás obtener algo. La inspiración llega pacientemente, como cuando una persona se sienta en silencio, con un poco de semillas en su mano y espera que los pájaros se acerquen.
Formar completamente todos los detalles y pilares que van a hacer de las marcas una puerta confiable y una elección segura se ha convertido en nuestra esencia. Además de tener una gran responsabilidad con quién busca crear una nueva marca, tenemos un compromiso ético con todas las personas con quién interactuará. Pensar en el futuro de todos, es también parte de nuestro trabajo.
Las marcas son necesarias en la vida de las personas, no como una imposición de identidad, más bien como un camino abierto que nos permite conocernos mejor a nosotros mismos. Son referencias de vida y compañeras en nuestras decisiones, son la posibilidad de poder conectar con algo que más allá de simples diseños y colores, son el sentimiento que a veces no podemos describir y el sueño que siempre queremos alcanzar.
Ser parte del nacimiento de una marca me hace decir sin temor a equivocarme que un pedazo de ellas vive en nosotros y muchos pedazos de nosotros viven en ellas. Acompañar a las personas a encontrar la voz de sus proyectos, me hace abrazar más que nunca a cada marca que está y estará.